Alguien tiene que decirles.
A las señoras gordas que atraviesan la calle corriendo, porque viene un carro, porque se pasaron en rojo o porque está lloviendo, alguien tiene que decirles que no es necesario que corran. Que a pesar del esfuerzo no hay la más mínima diferencia entre cuando corren y cuando caminan.
Tranquilas, caminen, que el bus pita, pero nunca las va a atropellar.
Dejen de tratar de correr. Igual, no es que pierdan el impuslo supersónico que llevan.
Dec 6, 2010
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Esto es dorado!
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